Día 30 de Diciembre de 2012 .
Así resumía la experiencia nuestro querido atleta y amigo CARLOS REVUELTA.
Es imposible resumir en unas líneas, las emociones vividas a lo largo del día de ayer. Solamente me gustaría señalar que todas las previsiones se vieron desbordadas por esa marea de compañerismo que inundó nuestras pistas de Calbagueiros a lo largo de toda la jornada. Como si de un efecto contagioso se tratara, más y más amigos se sumaron a dar vueltas y vueltas, y muchos fueron los que corrieron ayer, más que en toda su vida.
Desde un bebé de 9 meses hasta un ilustre veterano de 72 años; desde atletas consagrados de categoría internacional hasta personas que nunca habían corrido en una pista; desde todos nuestros trotadas, hasta amigos llegados de Trives, el Bierzo o de León capital. Desde unos jueces y auxiliares que lo dieron todo, hora tras hora y vuelta tras vuelta, hasta un público generoso y entregado como jamás yo había podido siquiera soñar. Y es que hasta el buen tiempo quiso ser partícipe de una jornada que para mi será inolvidable. Un día que creo marcará un antes y un después en el deporte -con mayúsculas-, de Valdeorras. Porque ayer, entre todos, no solo conseguimos el reto de acabar los 100 kms, es que lo hicimos entre todos, y eso es lo más importante.
Gracias, muchas gracias a todos los que vinísteis a correr y a animar. Muchas gracias también a los que no pudiendo asistir, no dejásteis de estar apoyando cada vuelta a través de las redes sociales, colapsadas por momentos ante la cantidad de mensajes. Gracias como no, a mi mujer y a mis cuatro hijos -los dos naturales y los otros dos que ya lo son por derecho propio-.
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