martes, 12 de junio de 2012

El sueño de un cuento de hADAS


Erase una vez, hace ya una treintena de años, existía en el noroeste de España un pequeño pueblecito rodeado de montañas y regado por un río. El hermoso pueblo se llamaba “O Barco” y el río -ya lo habréis adivinado-, “Sil”. Pero a pesar de su hermosura y de que en aquel entonces florecía el dinero en toda la comarca, los niños estaban un poco aburridos de tener que  jugar siempre al futbol para divertirse. Y como no había mucho que hacer, pues se pusieron a discurrir cómo pasar el tiempo. Y ocurrió entonces que un profesor, al que todos llamaban “Tinín”, decidió fundar una asociación deportiva, y como tampoco sabía muy bien cómo llamarla, la llamó así: “agrupación deportiva atlética sil” ¡menudo nombre! Pues si señores, había nacido el ADAS, nuestro querido ADAS.
  
Durante muchos años, decenas, cientos, y  puede que hasta un par de miles de chavales, se pusieron una camiseta que ponía ADAS para correr y hacer deporte. Y la cosa creció y llegaron los primeros triunfos, los primeros nombres inolvidables de esta historia. Se organizaron pruebas, campeonatos… se alcanzaron medallas a nivel de Galicia, de España e incluso del mundo. Pero aunque se obtenían grandes éxitos gracias a la clase individual de unos pocos atletas, el trabajo fundamental se seguía desarrollando con la base, con ese montón de niños y niñas cuya mayor cualidad siempre era su enorme ilusión.
Si, ya se era un gran club, pero faltaba tener un equipo. Y “Tinín” se puso de nuevo a soñar. Y soñó. ¿Y por qué no hacer un equipo de veteranos en torno de nuestra gran figura local? Y lo hizo. Y conseguimos ser terceros de España por equipos. Pero claro, eso de los veteranos, por mucho mérito que tenga, no deja de ser algo menor. ¿Por qué no intentarlo en la categoría absoluta? Y volvió a soñar. Y soñando, soñando, reforzó un equipo de atletas del pueblo con unos poquitos refuerzos y  hace dos años nos fuimos a la fase de ascenso a primera. Y nos dieron un bofetón. Pero no nos importó. Ya estábamos lanzados. Nos levantamos, y con nuevos refuerzos volvimos a intentarlo hace un año. Y ese equipo de pueblo, de ese pueblecito tan pequeño se proclamaba campeón de España de segunda división alcanzando el ansiado ascenso a primera. ¡Es el final!  -dijeron muchos-, ¡es el comienzo! –dijimos otros-, y como Tinín quería seguir soñando, soñó de nuevo que podíamos hacerlo y lo hicimos.
Primero ganamos en Ferrol –bueno eso es fácil-, volvieron a decir lo agoreros. Pero luego fuimos al País Vasco, y volvimos a ganar –suerte-, insistieron. Y por fin nos marchamos hasta Alcorcón. Y allí se obró el milagro. Porque un milagro fue, no que volviésemos a ganar y nos proclamásemos campeones de España de primera división, obteniendo un puesto entre los 16 mejores equipos de atletismo de España, sino y sobre todo que todos, atletas, entrenadores, familiares y aficionados, sentimos que el ADAS éramos todos, más que un equipo, una familia. Y poco importa que en ese equipo de la jornada final sólo tres de los atletas fuesen nacidos en O Barco, porque todos y cada uno, se dejaron la piel defendiendo los colores de nuestro pueblo.
Y algún día, cuando pasen muchos años, se recordará la hazaña de estos héroes, que culminaron el sueño de aquel hombre que llamaban “Tinín”. Y es que desde ahora, cada vez que alguien se ponga la camiseta roja del club ADAS , además del orgullo de pertenecer a este gran equipo y de representar a nuestro pueblo y a su comarca, sabrá también que los demás atletas, sentirán la envidia de su sueño, el sueño de este maravilloso cuento de hADAS.
Dedicado a Tinín y a todos los que habéis hecho posible este sueño.

Fdo: Carlos “helsinki” Revuelta.

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